Aisha se había echado gasolina en el cuerpo y estaba a punto de encender un fósforo pero la ayuda llegó inesperadamente

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 Normalmente, los sordos están excluidos de la sociedad, pero nunca de Dios. Según Open Doors, muchos de ellos tienen testimonios increíbles y pueden predicar el Evangelio a través de sus propias experiencias. Jan, quien es colaborador de la organización, dijo que conoció a cristianos sordos en una zona rural de Asia Central y se asombró al ver cuán pura es su fe.

También señaló que el movimiento entre personas sordas no fue planeado por ningún ser humano. Realmente es posible ver que Dios inició este movimiento, dijo. Entre las historias que escuchó, una se destacó. Es la historia de Aisha. Ella enfrentó serios problemas durante la pandemia. Fue abandonada y no recibió ayuda alimentaria. Como muchas otras personas sordas, su comunidad la ignoró.

Sin contacto con otras personas sordas, se sentía sola y muy deprimida. Después de mucho tiempo sin encontrar una solución, Aisha pensó en suicidarse. Moría de hambre y no lo soportaba más, así que cogió un galón de gasolina y se lo vació encima. Cuando estaba a punto de encender un fósforo, Aisha vio a una persona entrando a su casa; era un cristiano sordo. Cuando le preguntó qué estaba haciendo, ella le explicó que no quería vivir más.

El cristiano entró en la habitación en la que ella se encontraba y en sus manos había un gran paquete de comida. Luego de compartir el amor de Jesús con Aisha, y luego de una larga conversación, entendió que Dios veía sus luchas, el dolor y la soledad que estaba sintiendo. Después de varias horas, Aisha aceptó a Cristo como Salvador y comió la comida que recibió de su nuevo amigo.

Ese día, fue salvada dos veces. El cristiano también la puso en contacto con la comunidad cristiana sorda. Ahora se siente parte de la comunidad y recibe ayuda. Según Open Doors, el 99% de los cristianos de origen musulmán en Asia Central enfrentan persecución. La mayoría de las veces, la persecución proviene de la familia y la comunidad musulmana.

Normalmente, las personas sordas ya están excluidas de la sociedad. Cuando se convierten a Cristo, sufren por duplicidad. Aquellos encontrados por un ministerio reciben ayuda y entrenamiento. Según información del pastor Ronilson Lopes, en el 2018 había alrededor de 360 ​​millones de personas sordas en el mundo y solo el 3% tuvo la oportunidad de escuchar sobre el Evangelio.